En 1986 conocí de la existencia de Ufo por medio de una pequeña nota en la precursora y desaparecida revista “Riff- Raff”, en la que se deshacían de alabanzas para con la banda y su guitarrista estrella, el alemán Michael Schenker ; y en algún momento con posterioridad llegué a escuchar sus himnos acaso más conocidos, “Doctor Doctor” y “Rock Bottoom”, del álbum “Phenomenon” (el primero con Schenker).
Doce años después decidí que debía darle oportunidad a viejas y nunca bien reconocidas glorias del hard rock inglés (Thin Lizzy, Uriah Heep) y empecé con Ufo: en el Parque Rivadavia compré con mucha expectativa el CD “Walk On Water”, y cuando lo puse en la compactera, sentí como un guitarrazo me hundía contra la ventana… era feliz, por fin me sacaba las ganas de adentrame en el mundo de Mogg y cía.
Para ser sintético, solo digo que Ufo me partió la cabeza como pocos grupos lo hicieron, y hoy ocupa un lugar preponderante en mi discoteca, a la par de los principales y tradicionales conjuntos con los que crecí en mi adolescencia (Maiden, Judas, Purple, Zepp, Kiss, etc.)
Es más, arriesgaría a decir que compite palmo a palmo junto a Deep Purple el cetro de mejor (y no más importante, cuidado…) banda de hard rock inglés de la historia.Nunca tuvieron demasiada repercusión y el término de “grupo de culto” no les caería mal… pero que pasa si nos enteramos que instituciones como Iron Maiden y Def Leppard reconocen al quinteto británico como una de sus influencias (la principal en el caso de Maiden), si su bajista Pete Way aporreaba su instrumento como una puta cuando Steve Harris aún era niño y quería ser como él, o si Michael Schenker con menos de veinte años ya deslumbraba a todos con su estilo agresivo y melódico y en Europa era considerado por encima de Eddie Van Halen…
Señores, estamos en presencia de unos verdaderos próceres del rock inglés de los ’70, años en los que desarrollaron su obra de oro, especialmente a partir de la entrada de Schenker; entre 1974 y ’79, editaron cinco placas imperdibles y uno de los tres mejores álbumes en vivo de todas las épocas, “Strangers In The Night”.
Todos esos LPs tienen clásicos y momentos inolvidables, “Lights Out” es comentado aquí quizás porque en él la banda alcanza su madurez sonora a partir de su alineación más tradicional (Mogg- Schenker- Way- Raymond- Parker) y las manos mágicas del productor Ron Nevison o porque es un trabajo decisivo que permitió al quinteto dar su primer gran paso de popularidad. Pero indistintamente podríamos referirnos a “Phenomenon”, “Force It”, “No Heavy Petting” u “Obsession” como discos esenciales que marcaron a fuego la carrera de Ufo, siendo “Lights Out” un eslabón más en esa cadena de perlas.
Hay que buscar mucho para encontrar un grupo con tanta buena música y equilibrio como éste; porque Ufo nos lleva por todos los caminos: la fuerza vocal de Phil Mogg para rockear o su tono cristalino y melancólico para los espacios suaves; la ametralladora en forma de graves del bajo de Pete Way , al extremo de la emoción… puede un bajo emocionar y tener sentimiento?
El de Pete vaya que si…
La justeza y ensamble de un baterista como pocos en Andy Parker, o el trabajo irremplazable de Paul Raymond, pieza clave acompañando los acordes de Schenker o luciéndose en los refinados y nostálgicos arreglos de piano y teclados que transformaron a Ufo en una marca registrada en ese aspecto.
Y que decir de Michael? Luego de haber escuchado centenares de guitarristas, encontré tardíamente a un genio desequilibrado que dominaba su Flying V a “piachere”: una técnica sin igual pero de ningún modo fría; velocidad bien utilizada sin superpoblar notas; solos exquisitos y con estilo, riffs de base asesinos y potencia tanto como belleza me llevan a considerarlo hasta hoy como el mejor violero en cuanto hard- rock se refiere (lista entre los que se encuentran Edward Van Halen y Blackmore nada menos…).
Y esa variedad y buen gusto obviamente están presentes en este LP; “Too Hot To Handle” y “Just Another Suicide” son dos rocks tradicionales, fuertes y con ritmo, punteos antológicos a cargo de Schenker y la creciente inserción de pianos, fundamentales a partir de esta placa.
La canción “Lights Out” es un clásico de clásicos, con su pegadizo estribillo y un torbellino de eléctrica velocidad tipo “cabalgata”, antecesor espontáneo de “The Trooper” y el estilo veloz que popularizara Iron Maiden en sus álbumes iniciales.
El cover de Love “Alone Again Or” muy onda ’60 brilla por la excelente vocalización de Phil y unos coros relucientes; “Getting Ready” es un hard rock melódico a medio tiempo que se contrapone con “Electric Phase”, crudo, rudo y con un slide matador que llega al clímax en un solo de guitarras gemelas difícil de igualar.
Paradójicamente y siendo Ufo una banda que siempre rebalsó potencia, es probable que los mejores números de esta acto sean dos temas lentos, sentimentales y extraordinariamente finos: “Try Me” y su atmósfera melancólica que pareciera palparse a través de la portentosa garganta de Mogg y el climático solo de Michael apoyado por iluminadas orquestaciones.
Y “Love To Love”, más de siete incesantes minutos en donde el conjunto se despacha con todo su arsenal de multitexturas: una introducción intrincada a base de riffs e interludios acústicos, Mogg entonando hasta el escalofrío, un puente denso para el lucimiento de Schenker y un final agresivo en el que el grupo alcanza pasajes épicos reforzados por majestuosos arreglos orquestales.
Como queda demostrado aquí “Light Out” mediante, Ufo daba otro salto de calidad con un álbum que no solo les abriría las puertas del mercado americano, sino que sería el preludio de una más que acertada continuación con “Obsession” y el voluminoso “Strangers In The Night”.
Schenker no duraría muco tiempo más en el seno de la banda y “No Place To Run” ya con Paul Chapman mantendría los laureles ganados. Años después y en repetidas oportunidades hasta hoy, el trío base Mogg- Schenker- Way se juntaría y separaría tantas veces como fuera necesario, grabando otras gemas como “Walk On Water” o “Covenant” y quién sabe, seguramente habrá una última ocasión para volver a gozar con ellos.
Más allá de ese deseo, el material eterno de los ’70 con “Lights Out” al frente permanece como una luz incombustible aún en la oscuridad.
Calificación: 10/10
Por Fernando
Uno de los mejores discos en estudio del quinteto británico.
Tras el vibrante “No Heavy Pettin”, el grupo depura más su hard rock balanceando lo rítmico, pesado con lo melancólico, armónico y cadencioso. Como siempre el que más luce es Michael Schenker, con su arsenal de riffs y sólos plagados de melodías. Ron Nevison debuta como productor en la banda, logrando un sonido más nítido y compacto.
Así se suceden temas muy rockeros como “Too Hot To Handle” (Para marcar el ritmo), el muy vibrante “Electric Phase”, amagues de country en “Gettin’ Ready”, la nostalgia de “Just Another Suicide” y “Try Me” (Ambas con un buen uso del piano por parte de Paul Raymond), y el vértigo del tema título que te sacude como un vendaval.
Pero este álbum contiene a mi criterio el mejor tema de toda la carrera de U.F.O.: el excelente “Love To Love”, composición larga e intrincada que va desde riffs muy rítmicos, hasta acústicas conmovedoras, pasando por excelentes vocalizaciones de Phil Mogg... y para variar, Schenker dando cátedra en las seis cuerdas. Ni hablar de Pete Way y su bajo que siempre se hacen escuchar. Un gran disco, con otro arte de tapa muy interesante (Ver arriba).
Calificación: 8/10
Por Martín